Es casi casi como si hiciera un duelo, no sé bien de qué. Tal vez de ese deseo. Nunca hablamos de ello. No me atreví a contarte nada. Si nos volvemos a topar en algún momento seguro que sí me animo a decírtelo. Posiblemente inicia con un ¿te acordás la vez que...? pues es que resultó que... Aunque lo más seguro es que no te diga nada. Al rato y ni nos volvamos a topar.
Por ahora, las cosas se van volviendo "raras", en este "mundo raro", tan raro.
Y sí, soy una egoísta. Quisiera tenerlo todo, a pesar de los costos... bueno, a pesar no tanto, porque algunos costos duelen y hacen daño.
Y recitar a Sabines y a la Roffiel y a la Peri-Rossi, porque sí y porque te gusta la poesía y porque hay historias ahí que imagino como mías y tuyas (las puras ganas de joderme).
Y entonces despedirme de vos, desde este plano al menos, rogando encontrar la manera de no perderte de vista, de acercarte un poquito, pero no mucho para no lastimar-nos.
septiembre 29, 2014
septiembre 04, 2014
Deseos
Yo sé que no es conmigo. Pero la otra vez que decías que no te gustaban las chicas flacas y que te gustaban pequeñitas, me vi saltando y levantando la mano frente a vos "yo yo, acá estoy". Pobre.
Y es que me encontré con este deseo, pero no le puedo hacer caso, así no.
El deseo de abrazarte largas horas, de acurrucarme junto a vos en el colchón en el suelo, de verte a diario, de tocarte esas manos y esos dedos largos, de desvestirte y coger con vos.
Maldito deseo, no me puedo tirar encima de vos -deseo-.
Igual ni siquiera sé si vos lo querés, seguro que no, soy yo la que me invento otra novela de esas.
Y es que me encontré con este deseo, pero no le puedo hacer caso, así no.
El deseo de abrazarte largas horas, de acurrucarme junto a vos en el colchón en el suelo, de verte a diario, de tocarte esas manos y esos dedos largos, de desvestirte y coger con vos.
Maldito deseo, no me puedo tirar encima de vos -deseo-.
Igual ni siquiera sé si vos lo querés, seguro que no, soy yo la que me invento otra novela de esas.
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