A veces la curiosidad martillea por ahí, cerquita. Creo que es más falta de ocupación que otra cosa. O más bien, falta de otra, de otras, que distraigan, que hagan olvidar, que trasciendan. O no, pero que al menos distraigan, por un rato.
Sin embargo, hay felicidades y tranquilidades.
Sin embargo, hay felicidades y tranquilidades.
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