La otra noche soñé con vos. Me preguntabas que cómo me había ido desde las casi ya 4 semanas que teníamos de no hablarnos. Así, como si nada. Obvio, tenía que ser un sueño. Pensé, en el sueño, en tu pregunta y en que si de verdad ya serían unas 4 semanas sin hablarnos. Y al despertar y recordarlo volvía a pensar ¿por qué te sigo trayendo? Si vos te fuíste y bien feo. Será el proceso.
Paciencia. Al menos no me senté a sacar cuentas de si las 4 semanas calzaban o no.
abril 24, 2015
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