El último viernes de disco fue el primer viernes de disco sin ataques de pánico. Impresionante.
Claro, lo hubiera disfrutado más de haber estado segura que todo se detuvo por soltarte al fin. Pero sería engañarme.
De todos modos esos ataques de pánico se fueron con vos, de alguna forma. Y te agradezco por eso. No sé si se quedaron en la sala de tu casa, o en el desayunador, o el baño o entre tus sábanas. Tal vez fue hasta en la calle, pero no importa donde. Espero que te los dejés y que hagás con ellos lo que querás. No los extrañaré.
agosto 05, 2015
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