A veces te extraño tanto. Y no es sólo la rutina, como decías aquella vez tan cabreada. Es todo, porque eras vos.
Y sí, extrañar es inevitable. A pesar de todo. Y volver a ser una, sola frente al mundo y el mierdero, es una de las cosas más difíciles de hacer, después de terminar claro, o que te terminen, o de sacar las cosas de la que fue tu casa, o de intentar comenzar de nuevo en medio del derrumbe.
De todos modos te extraño. Lo peor son las noches, entre el prepararse para dormir y acostarse. Como si siempre hubiera dormido con vos. (Todo va a estar bien. Todo pasa.)
Seguro extrañaste los desayunos. Lo siento. Siento muchas cosas.
Igual te extraño a diario.Quería que lo supieras.
noviembre 24, 2014
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