Y el maldito deseo me ganó. Maldito maldito. Más bien, nos ganó.
Saberte ahí, acá, allí conmigo, en un lugar similar, fue más de lo que hubiera podido esperar(expectativas, mirá vos), principalmente en estos días tan arremolinados.
Da igual si tocaba o no, pasó. Lindo percatarse de la no -tanta- locura de una misma. Que esa locura se comparte, por porciones al menos.
Lo que sea que pase, me queda lo rico y esa dulzura tan tuya.
noviembre 03, 2014
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