Hoy eliminé nuestro chat. No me había animado hasta ahora. Temía hacerlo. Una tontería total.
Releí todos los mensajes desde diciembre hasta hoy y fue como tener una revelación. Los ciclos fueron evidentes. Mis intentos, tus negativas. Tus rollos, mis contenciones. Mis crisis, tus silencios. Etc.
De nuevo, la mayor cantidad de palabras, entusiasmo y mensajes fueron de asuntos de cama. Lo dicho ya mil veces, lo que mejor hicimos juntas fue coger.
Y se me quitaron las ganas de escribirte y preguntarte cómo estás. Fue una "terapia" interesante porque al fin logré ver más claramente lo injusto y lo inmaduro de todo y lo peligroso de esas ganas tan raras que me dieron por un momento estúpido. No te merecés de mí nada más. Y es triste y de seguro me seguirá doliendo un tiempo, pero ya. Que te vaya bonito, que no te vaya mal.
marzo 11, 2016
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