Las primeras veces siempre serán las mejores. Lo tuve claro desde el inicio. Hoy recuerdo los nervios, el dolor de panza, la ansiedad y la desesperación por que llegaras. Te puedo ver entrando por la puerta de vidrio de la sala, quitarte el bulto y mirarme para besarnos de una. Y la cama, uuf. Esas dos noches-madrugadas fueron maravillosas.
Es así, las primeras veces lo tienen todo, hasta la añoranza de que tal vez no se repita más.
Aunque nos dio para más veces, el resto de las cosas no. Muy poco tiempo para tanto intento.
Lo peor tal vez es tenerlo claro pero no querer irse y no entender muy bien el por qué retener algo que igual se va y debe irse. Por eso el auto sabotaje. Y funcionó. Que te manden al carajo no se siente lindo, pero a veces es la única forma de irse y dejarse de joder. Triste, sí.
Nunca nos tomamos aquella foto juntas.
marzo 08, 2016
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