abril 17, 2013

Peripecias feisbuckianas

Esas trampas que una misma se pone. Como revisar tu perfil para ver si terminaste con aquella y tenés nueva novia. Y ¡zás! que clickeo equivocadamente y una sugerencia de amistad se va en un suspiro. El horror me paraliza, más por lo significativo (inconsciente o no) de tal acto (¡¡??¿¿¿!!), pero reacciono y cancelo la solicitud, esperando que "no se note mucho".

Esfuerzo inútil, en unas horas recibiré un whatsapp tuyo haciendo notar la falta. No respondo, ¿para qué? Y ¡zás! que al día siguiente te noto notándome furiosamente en media disco de viernes por la noche. Vos mirándome asesinamente, porque #nomedalagana# dedicarte ni un saludo, mientras sostenés de la mano -bien agarrada- a tu nueva novia.

Tendré más cuidado, tendré más cuidado, tendré más cuidado...