agosto 27, 2015

Ofertas

No volví a comprar de aquellas ofertas. No tienen mucho sentido cuando no son para dos. Nos ví haciendo planes para una de viaje o la otra de comida en lugares desconocidos. Era lindo.

Ahora se me quitaron las ganas y de todos modos no he logrado encontrar con quién. Ni vos sos una opción. Extraña, lejana, como otra persona, desconocida. Como debo estar yo para vos, seguro.

agosto 24, 2015

Mis mierdas

El clásico. Jugar de amiguitas no creo que lo logre. Bueno, jugar yo porque vos lo tenés clarísimo, desde siempre. Yo no, para variar. La pereza.
Aunque sí supe algo desde el inicio, que esto tenía tufo a una crónica de una muerte anunciada.
Total responsabilidad mía, yo te puse ahí. La mierda es recolocarte. Mis mierdas.
Que si aquella volvió y te beso, no me interesa. Mis mierdas.
Debería interesarme, desde el ser amiguis. Pero la cagué. Mis mierdas.
Y sentirse tan tonta y tan majadera, no tiene precio. Hay que tomarlo como mejor venga: reconfirmaciones de que no se está lista para un carajo. Y aprender, claro, de nuevo.

agosto 20, 2015

Noticias

Soñé que me decías que me extrañabas. Un sms luego de horas de no hablarnos.
Medio despierta por la vibración del celular tan temprano, me lo creí. Fue una noche incómoda. Y sin noticias tuyas. 
Con vos tocó el ejercicio más consciente frente a la ansiedad que haya hecho en mi vida. Al menos eso. Y no voy perdiendo, no por mucho. Al menos también eso.

agosto 17, 2015

Fresco de cas

Ni el compita que siempre pide plata fuera me reconoció. Te esperé, aunque sabía que no vendrías. Seguro por eso me sentí tan fuera de lugar, por esperar a lo tonto. Otro día raro.
Mejor dejo de ir un rato. De todos modos el lugar seguirá ahí y por ahora de nada me pierdo. Ni siquiera de vos porque nunca vas.
Hacer fresco de cas para distraerse y terminar llorando sobre el colador no es buena cosa. Esperar algo de la gente, cualquier cosa, tampoco. Irse sí, pronto.

agosto 11, 2015

Equivocadas

Siempre te fijás en la equivocada.
Claro, yo también, pero es más fácil señalar que apechugar. Entonces, eso, siempre te fijás en la equivocada.
No logro entender aún qué pasa ahí. Ni siquiera si hay "correctas", o son solo una sucesión de equivocadas. Bueno, para vos, porque en mi caso ni una ni otra.
Es una manía por las equivocadas. Y ni siquiera resultan en desafíos al menos placenteros. Puro dolor y por equivocarse.


agosto 08, 2015

Palo santo

Hasta que llegué a mi destino y metí las manos en el bolso para buscar las llaves lo noté: el poquito de perfume de palo santo que me quedaba se regó enterito.
El palo santo es mágico. No importa que tu pantalón huela a él el resto del día y apestés un poquito. El rollo es hacer algo con eso.
Reconectando conmigo en 1, 2, 3, y aparecés vos.
Darse el chance, de lo que sea, no es algo común últimamente. Así que gracias. Bienvenida.

agosto 05, 2015

Te regalo el ataque

El último viernes de disco fue el primer viernes de disco sin ataques de pánico. Impresionante.
Claro, lo hubiera disfrutado más de haber estado segura que todo se detuvo por soltarte al fin. Pero sería engañarme.
De todos modos esos ataques de pánico se fueron con vos, de alguna forma. Y te agradezco por eso. No sé si se quedaron en la sala de tu casa, o en el desayunador, o el baño o entre tus sábanas. Tal vez fue hasta en la calle, pero no importa donde. Espero que te los dejés y que hagás con ellos lo que querás. No los extrañaré.

agosto 03, 2015

Peras al olmo

No me preguntarás cómo estoy. Nunca lo hacés de todos modos. Ni aunque yo lo haga, ni por pura cortesía. Ese ensimismamiento a mil me pone a pensar que eso de querer disculparse por metidas de patas anteriores no es más que un ejercicio egoísta de sentirte mejor con vos mismx, y no una preocupación real por esa otra persona que salió jodida por tu torpeza.

Y bueno, a fin de cuentas cada quien está por sí mismx. No tendrías por qué ser la excepción. Es sencillo: te disculpás y enmendás. Que esa otra vea qué carajos hace con la disculpa, si le revuelve la vida o no.

Y no, no se le puede pedir peras al olmo. El solo hecho de pedir disculpas es meritorio en sí mismo. Lástima que no me baste. No me basta. Debería bastarme. Necia.