julio 31, 2008

Cómo estancarse en el aeropuerto de Sto. Domingo

Sí, una se puede quedar estancanda en algún aeropuerto del mundo. Sea por trámites migratorios, por asuntos sentimentales, por necedad de la aerolínea, o porque sí.
En mi caso, las dos veces que me 'estanqué' en el aeropuerto de Sto. Domingo fue por causa de la aerolínea... ¡de verdad! Una vez perdí un vuelo por confusión de horas y la siguiente vez suspendieron el vuelo por 'mantenimiento' (ajá) de la nave. No fui yo, aunque inconscientemente estuviera feliz de "sabotear" con mi energía la vuelta a CR. Así que no fui yo pero lo hubiera querido.
Nunca quiero volver. Regresar es caer en una realidad que no quiero para mí. Es una obligación de poner los pies sobre una tierra detestada ahora. Es verme sola, lejana, con proyectos sin mucho sabor.
Preferiría quedarme estancada horas, días, meses, en ese aeropuerto.
Con vos

julio 30, 2008

Saudades

Tengo saudades de vos... eu tenho saudades de você...
Eu fico perdida aqui, fico desolada, fico triste.
Que faço aqui? Sim você? Que???
Desespero y me sostengo, esperando.

julio 09, 2008

El 'por qué' de las cosas

La pregunta del millón, ¿por qué 'algo' sucede? ¿por qué a mí? ¿por qué?!!
Y nadie tiene respuesta alguna, nadie.
En esto pensaba luego de enterarme de que una pareja amiga, muy cercana, está por separarse luego de años junta, de proyectos, de patrimonio, de familia construida. El clásico 'así es la vida' no alcanza. Como el amor, a veces no es suficiente.
¿Qué hacés con todo eso hecho? Levantado? Con una casa fuera de la ciudad? Muebles y cosas adquiridas a través del tiempo? Una perra? Una vida en pareja?
Qué difícil de verdad.
Y también es triste, más cuando alguna de las dos partes no quiere separarse y vos lo ves, lo vivís a su lado... y seguís sin entender por qué.

julio 08, 2008

Casi una hora en un banco del centro comercial




A todas las personas nos ha pasado alguna vez en la vida. Vamos a un banco, no importa si dentro de un centro comercial o no, y no sabemos cuándo vamos a salir.

Ayer me aventuré pensando en que por la fecha (lejos de final de mes y no tan cerca de quincena) no estaría tan lleno, a veces pasa y es una muy grata sorpresa. Debía entrar a uno obligatoriamente porque de un día para otro quitaron la máquina maravillosa de 'autodepósito' y ahora me hacen hacer la fila para depositar en mi cuenta directamente en la ventanilla. Ok, está bien, hagámoslo. Calculo contar con unos 40 minutos porque de verdad nunca se sabe.

Llego, fila grande. Uff. Paciencia. Este es otro lugar perfecto para improvisar un 'estudio de campo'. A unas 6 personas delante mío en la fila se encuentra una chavala joven que habla con otra como unas 7 personas delante suyo. En ese momento se encuentran una detrás de la otra, lo que facilita la conversación, pero conforme la fila se va moviendo se alejan lentamente. Esto no impide que la conversación se termine ni se apresure, al contrario, siguen hablando como si nada y deben alzar la voz por momentos para escucharse bien, claro, si en un momento están en la misma línea con 7 personas en el medio!

Tuve que aguantarme este show al menos unos 20 minutos de mi espera y supe parte de la vida y milagros de gente que, obviamente, ni conocía y que ni me importaba, que si hace diez años estaban en cuarto año, que si fulanita se embarazó pero no se casó con el fulano sino con otro que además es doctor, que si los sobrinos de una quieren no sé que está de moda, que... aaggrr! Ni forma de hacerme la loca, casi imposible. Creo que lo que más me desesperó fue la lentitud con que avanzaba la fila debido al diálogo de este par. La chavala que estaba más adelante en la fila parecía no importarle si esta se movía o no, y fue tal su distracción que cuando le tocó su turno estaba ensimismada en su celular revisando mensajes (vale que no se puede usar celulares dentro de los bancos) y tuve que 'gritarle' -muy políticamente correcta-, 5 personas atrás suyo, que una ventanilla estaba desocupada. Poco me faltó para decirle otras cosas, en mi desesperación de ver que me movía mínimos centrímetros desde hacía rato a pesar que la gente pasaba a las ventanillas y se iba, pero lo reconsideré y no, no venían al caso y podría ser muy grosero de mi parte, además no era sólo culpa suya.

Al fin llegué a la ansiada ventanilla para un trámite que me tomó menos de 10 minutos, hasta la cajera me preguntó con un tono medio extrañado si sólo haría ese trámite. Ni hablar. Salí soplada para el otro banco tres pisos más arriba, donde bastaba con depositar en el cajero, y justo en la entrada de las escaleras eléctricas un trío estaba parqueado, literal, conversando como si nada y sin ánimos de moverse en media escalera! Con un tono claramente plagado de hartazgo les pedí un 'con permiso', pero que entre líneas quería decir algo así como "puta gente! muévanse!" o "¿van a subir o es pura tertulia?", a lo que respondieron subiendo lentamente las escaleras y bajando más lentamente de ellas. El desespere que me subía casi toca el punta máximo cuando en el 3er. piso tropecé con varios grupos de papás y mamás con sus hijos de la mano, carajillos gritando y corriendo, adolescentes en masa a la última moda atravesados y caí en cuenta, las escuelas y colegios salieron a vacaciones esta semana! Eso explica muchas cosas.

Embistiendo más grupos de estos, intentando evadir otros, logré llegar al cajero. Por suerte sólo había una persona delante mío.

Salí del centro comercial una hora y 10 minutos después, con los trámites completos y pensando entre medias risas y suspiros de alivio en la pésima idea de asomarme a ese centro comercial, popular y punto de encuentro obligatorio de cientos de personas, en estas fechas, a esas horas y con tan poca paciencia. Bueno, igual esta última siempre me escasea.

julio 07, 2008

Eu sou eu

"Eu não sou eu, nem, sou o outro..."*

Mas eu sou eu. Nada mais.
É assim.


*Canta Adriana Calcanhotto sobre o poema de Mário Sá Carneiro.

julio 04, 2008

Lo que podría ser pero no es

De verdad que la vida tiene unas vueltas! Es loquísima, y cada esquina es como una parada en espera de cualquier tipo de sorpresa que puede venir. Tal vez lo malo sean los tiempos, que a veces se tuercen, se cruzan y se enredan. La vida está sujeta a estos. No hay de otra. Algo quiso pasar hace años. No sucede. Un día parece querer repetirse. Ya no es posible.
Eso sí, la vida da tantas vueltas que nunca se sabe a dónde iremos a parar ni con quiénes.
A veces hay que darse el chance.
Tal vez en otro momento.