febrero 22, 2018

Aventuras

Desde que vi esos colochos caminar hacia mí con tanta decisión, lo supe. Esto sería una aventura.

Si alguien me hubiera dicho que probaría semejantes besos tuyos al final de la noche, seguro habría pensado que se burlaba de mí. 

Tu cama fue el descubrir que las movidas de piso fulminantes aún existen, junto con escalofríos que te paran todos los pelitos posibles. Escalofríos de placer. 

Hasta el café sabe distinto, será porque me hace pensar en vos. Y recordarte.

Gracias por darte el chance y confiar

Tú que eres tan guapa y tan lista
tú que te mereces un príncipe, un dentista, ¡tú!
te quedas a mi lado
y el mundo me parece
más amable
más humano
menos raro