marzo 28, 2016

Domingos

Siempre fue en domingo, siempre el poco tiempo que duró. Casi 3 meses con los peores domingos, siempre. Todavía no entiendo bien la razón, pero cada domingo fue horrible, incluso ayer mismo.
Necesito quitarle tu nombre a esos domingos. No quiero detestarlos como al lunes, no tienen la culpa de tu constipación emocional y tanto miedo y mi estupidez.
Devolveme los domingos, nunca te sirvieron para nada.

marzo 23, 2016

La idea de vos

A veces extraño mucho la idea que me hice de vos. Porque vos no sos vos.
Y me pregunto tantas cosas, todas las que hacen más daño. Muchos porqués que no pueden tener respuesta. Y me hago mierda y lo sé. Y por momentos muero por escribirte y saber de vos -la idea-, y me harto porque no debería, no está bien, no estoy bien.
No soy yo, sos vos. O sí soy yo, y vos -¿la idea?-.
Y el ego.

marzo 19, 2016

Duelos, segunda parte

Es algo así como pasar un segundo duelo con vos. Luego de días de mierda, llevándolo fatal pero valienta sin contactarte, zas que volvés. Es que ¿qué cómodo no? te da la nostalgia, digamos, y por qué no, le diré que la extraño y que nos veamos. Otra vez, volver a otro de los puntos de partida anteriores.
Yo, desconfiada, intento no volar, sopesando. Y vos, como era de esperarse, de nuevo la cagás.
Ya no se siente tan feo como hace unos días, la decepción seguía ahí.

De nada sirve que digás que me querés o que te importo si no lo podés -ni querés- demostrar ni un poquito. Hablar es muy fácil. ¡Tenés tanto qué aprender! La consideración, la compasión, la solidaridad, el querer. Vos y tu mundo, veinteañero.

marzo 11, 2016

Archivar y eliminar

Hoy eliminé nuestro chat. No me había animado hasta ahora. Temía hacerlo. Una tontería total.
Releí todos los mensajes desde diciembre hasta hoy y fue como tener una revelación. Los ciclos fueron evidentes. Mis intentos, tus negativas. Tus rollos, mis contenciones. Mis crisis, tus silencios. Etc.
De nuevo, la mayor cantidad de palabras, entusiasmo y mensajes fueron de asuntos de cama. Lo dicho ya mil veces, lo que mejor hicimos juntas fue coger.
Y se me quitaron las ganas de escribirte y preguntarte cómo estás. Fue una "terapia" interesante porque al fin logré ver más claramente lo injusto y lo inmaduro de todo y lo peligroso de esas ganas tan raras que me dieron por un momento estúpido. No te merecés de mí nada más. Y es triste y de seguro me seguirá doliendo un tiempo, pero ya. Que te vaya bonito, que no te vaya mal.

marzo 08, 2016

Esas primeras veces

Las primeras veces siempre serán las mejores. Lo tuve claro desde el inicio. Hoy recuerdo los nervios, el dolor de panza, la ansiedad y la desesperación por que llegaras. Te puedo ver entrando por la puerta de vidrio de la sala, quitarte el bulto y mirarme para besarnos de una. Y la cama, uuf. Esas dos noches-madrugadas fueron maravillosas.
Es así, las primeras veces lo tienen todo, hasta la añoranza de que tal vez no se repita más.
Aunque nos dio para más veces, el resto de las cosas no. Muy poco tiempo para tanto intento.
Lo peor tal vez es tenerlo claro pero no querer irse y no entender muy bien el por qué retener algo que igual se va y debe irse. Por eso el auto sabotaje. Y funcionó. Que te manden al carajo no se siente lindo, pero a veces es la única forma de irse y dejarse de joder. Triste, sí.
Nunca nos tomamos aquella foto juntas.