Hasta que llegué a mi destino y metí las manos en el bolso para buscar las llaves lo noté: el poquito de perfume de palo santo que me quedaba se regó enterito.
El palo santo es mágico. No importa que tu pantalón huela a él el resto del día y apestés un poquito. El rollo es hacer algo con eso.
Reconectando conmigo en 1, 2, 3, y aparecés vos.
Darse el chance, de lo que sea, no es algo común últimamente. Así que gracias. Bienvenida.
agosto 08, 2015
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