Ni el compita que siempre pide plata fuera me reconoció. Te esperé, aunque sabía que no vendrías. Seguro por eso me sentí tan fuera de lugar, por esperar a lo tonto. Otro día raro.
Mejor dejo de ir un rato. De todos modos el lugar seguirá ahí y por ahora de nada me pierdo. Ni siquiera de vos porque nunca vas.
Hacer fresco de cas para distraerse y terminar llorando sobre el colador no es buena cosa. Esperar algo de la gente, cualquier cosa, tampoco. Irse sí, pronto.
agosto 17, 2015
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