diciembre 16, 2009

Para qué negarlo

Es cierto, no te amaba, aún.
Es cierto, me encantabas y te quería, un poco sí, te quería.
También es cierto, sabía que tarde o temprano te irías.
Tal vez mejor que fuera temprano y no tarde... aunque tal vez y mejor ni una ni otra.
Y sí, es cierto, te extraño y "hacés falta", parafraseándote.
Pero también es cierto que a través de mis ojos te veo empequeñecer cada vez más, y eso es triste pero casi inevitable.
Sólo vos, si quisieras, podrías. Mientras tanto, el universo se coloca un sombrerito de contador (o banquero) y se dispone a hacer sus cobros respectivos.
Ojalá no te duela mucho.

No hay comentarios: