diciembre 14, 2014

"De qué manera te olvido, si te miro en cualquier..."

Los duelos son cabrones. Vienen con esas sacudidas y aporreadas que te dejan a veces hecha mierda, a veces nada más golpeadilla, siempre atontada y aturdida. Y triste. Y confundida. (Duelo maldito dame un respiro.)

Esa memoria del cuerpo me hizo mirarte un poquito como antes la otra noche. Y ya está, fue suficiente para provocarme un llanto que aguantó apenas verte cruzar el portón para salir disparado y permanecer un rato largo. ¡Y esa tristeza!

Es el duelo, es parte del duelo, me repito. (Duelo maldito dame un respiro.)

Estoy bien, debe ser que estamos en diciembre. Buen viaje.

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