febrero 25, 2009

Historiecillas

Mientras vos me contabas que sentiste que se te cayó el mundo encima, yo te miraba recordando ese mi momento, pero no lo lograba. Me concentré, de verdad que sí, pero fue inútil. Nada más podía recordar cuánto había llorado, sólo eso... mares y mares de lágrimas sin poder detenerlas. Lo demás, borroso.
Ahora hay cosas que se me confunden.
Y pensaba en todo eso mientras me contabas que quisiste desaparecer del mundo luego de lo que pasó. 'Fue como un nacer de nuevo', me decías. Te imaginaba corriendo por calles y potreros mientras te desnudabas con prisa y parte de tu cabello caía, recogiendo a la vez nuevas ropas, nuevo cabello. 'Comencé a hacer cosas que nunca me había atrevido a hacer', casi me susurrabas, como entre avergozanda y orgullosa.
Entonces pensaba que no todo lo que sucede tiene que ser tan malo, si nos hace atrevernos a ser más nosotras mismas, más yo, más vos... no es tan malo ¿no?
Lo que sigue doliendo es otra cosa. Ahora no sé bien qué, pero duele aún.

No hay comentarios: