Soledad es libertad. Y nosotros somos libres, libres, libres… Que es lo más bello. Yo no tengo yugos. Yo no me agacho ante nadie. Jamás [...] El alma vale más que los millones.
La serpiente que se muerde la cola. El todo vuelve a la parte. Algo así como retornar a alguno de nuestros puntos de salida siempre, o casi siempre, o regularmente, o algunas veces. No me había percatado de eso hasta que descubrí uno que otro momento de retorno en mi vida y entonces caí en cuenta que sí, pasa. El todo vuelve a la parte, a veces.
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