septiembre 13, 2010

Desde el extrañamiento feroz

Justo recuerdo una canción en voz de la finada Mercedes Sosa ("...por qué viajé con mi soledad..."), y sí, creo que nunca antes me había sentido tan sola. Será que hay que irse así para sentirla de esta forma, o que no estoy lo suficientemente ocupada a diario, como allá sí, y entonces me percato de su presencia como nunca.
Aún con todo el aparato y la tecnología de por medio parece no poder sobrellevarse a veces.
Sé que no sos de escribir largos correos, ni siquiera telegráficos. Extraño correos gigantes, de varias páginas, o al menos de unos cuantos párrafos. Un correo al acostarme o al levantarme o durante el día, o todos juntos.
Extraño llamadas de poco menos de un minuto por el costo, o un sms muy cortito que llega sorpresivamente.
Extraño sentirte, a pesar de las distancias.

2 comentarios:

Ana dijo...

Tristezas de saber cómo no es esa persona, y aún así querer que lo sea... inevitablemente, siempre.

MY dijo...

algo así sí..., expectativas, como las q mencionás en tu último post.