octubre 07, 2015

Perspectivas

Claro que me encantaría verte. También quitarte la ropa. Es como un pendiente, pero bien peleado y muy poco posible. 
Con vos, en cambio, me conformo -por ahora- con salir una vez, vernos las caras, reconocer tu sonrisa, distinguir el color de tus ojos (seguro tienes los ojitos como frutas del olivo, como canta Marea). Una cerveza o dos. Pero es otro pendiente peleado y poco posible.
Las perspectivas no pueden ser peores. Y una que se cansa de intentar.
Tan sencillo que debería ser decir que sí o que no, y mandarse.

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