A ella aún le falta crecer. No de tamaño, aunque no le vendrían mal unos centrímetros de más. Pero no, le falta crecer de otras formas, en otros sitios. Ha vivido cosas, sí, pero a veces no importa qué tanto se vive sino qué tanto se aprende de todo eso vivido.
Dice que está un poco cansada del luchar constante y diario. Creí que se refería a algo más relacionado con categorías sociales y de género, pero supe que también tenía que ver con cosas del corazón.
"Esas son las más difíciles de resolver", me dijiste ese día. Y lo noté en tu ojos, tristes por un brevísimo momento, porque, de pronto, de nuevo sonreías con esa forma tan tuya de reír con una mirada, o dos.
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