Hace días me encontré con la historia de una compa que me dejó anonadada. Tenía su relación de pareja, 2 años, convivencia, amor y amor, la chica la llegó a visitar unos días donde estábamos en taller, tod*s la conocimos, super linda, etc. El último día del curso juás! inevitable, esta compa se engancha con otro, cosas que pasan... pero nada más. Calabaza calabaza cada quien para su casa. Pero el enganche no se pierde con los días, más bien se pone peor y ella decide ir a vivir donde él, a otro país, lo que implica dejar a su compañera, la relación, su país. Me contaba lo que le costó tomar la decisión, amaba mucho a su compa, pero por otro lado no quería perderse de la oportunidad que se le presentaba y que quería vivir. La ruptura fue muy dolorosa, para las dos. Luego de varias semanas, ella se va. Su ahora ex le ayudó a empacar y la acompañó al aeropuerto... que la verdad no sé cómo hizo entre su dolor y, definitivamente más, su amor.
Hace más de un mes que la compa se fue y entre saltillos y brinquillos dice que está muy feliz, y se le nota. Yo no podía dejar de miraaarla, entre matices solidarios con la chica que dejó con el corazón roto, y contenta por su historia que no la sentí tan ajena, pensando que si será que una se contiene tanto y se apendeja tanto que cuando quiere hacer las cosas ya es tarde... o si también hay otras personas en el mundo que definitivamente tienen los huevos suficientes para arriesgarse y jugársela... o si una tendría que soltarse más y no pensar todo tanto... o que definitivamente no hay 'una forma' para hacer las cosas... no sé, mil cosas me dieron vuelta pero no concluí gran cosa, salvo que espero que todo les resulte muy bien.
3 comentarios:
Yo siempre me he preguntado eso mismo. Será que las demás son más valientes o yo muy cobarde?
Si encontrás la respuesta ahí me decís
Nuri! pues creo q hay de una y otra, y otras cosas más... a veces una es la más cobarde de todas, otras las-os más cobardes son otras. al final, lo q sí, es q el miedo parece ser parte de nuestra 'naturaleza', parte de nosotras-os, está ahí, lo cargamos, lo chineamos, lo regañamos, lo olvidamos, lo recordamos...
y un día, no sabemos claramente si nosotras somos el miedo o el miedo es nosotras
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