agosto 11, 2008

Ligar o no ligar, entrega 3

Otro capítulo más de esta que ya casi pasa de 'trilogía' a serie, por las cosas con las que una se topa en el camino.
Esta vez el escenario es un bar, específicamente en la barra. Estoy con dos compas más, el bar es requeteconocido, 'del barrio', pero de un tiempo para acá se ha 'pureteado' un poco. En fin, estamos en la barra y desde que llegamos el chavalo detrás mío comienza a hacer feo; yo no lo veo porque le doy la espalda, pero la compa que está frente a mí sí lo nota inevitablemente. No sé en qué momento este se va y otro ocupa su lugar. Al rato siento que me jalan el cabello (llevaba una trenza), me medio vuelvo pero llego a creer que alguien pasó y sin querer la movió. Al rato vuelvo a sentir que me lo jalan de nuevo pero ahora como hacia abajo, me vuelvo un poco, y es el 'mae nuevo' de al lado, medio jumas ya, que me dice '¿oiga muchacha le puedo preguntar algo?', 'uuf qué pega' pienso, y con los ojos como dos cuchillos (o pistolas o gas pimienta o lo que sea) le pregunto '¿qué quiere?', el mae dice '¿cuántos años tiene Ud.?', y yo pienso que no es posible y le pregunto '¿para qué?' con clarísima molestia, aparte que estaba interrumpiendo una buena conversación, 'por nada' me dice, sólo atiné a responderle que no moviendo la cabeza como diciéndole 'dejéme en paz baboso', y me volví recogiendo mi cabello por si acaso. A todo esto, en ningún momento previo a semejante estupidez ninguna de las tres lo volvimo a ver ni le dimos motivo alguno ¿? para que pensara que podía intervenir en nuestra conversa y captar la atención de alguna... ¿qué es lo que pasa? de verdad que no entiendo... ¿por qué un grupito de mujeres, dos, una, no pueden estar -todavía- tranquilamente sentadas en la barra de un bar, en una mesa, tomándose algo, sin que algún jetas llegue a molestarla? ¿cuál es ese supuesto 'derecho' que los hombres se atribuyen para hacer tal intromisión en un espacio donde no lo llaman?
Bueno, la cosa es que al rato una de mis amigas se fue y me pasé de campo, un asiento más lejos de los artistas. Poco después estos se fueron y llegó otra gente; el que ocupó el asiento de al lado fue reconocido levemente por mi amiga y se saludaron, un mae más viejón que me pude haber topado en alguna manifestación el año pasado. Casi terminando la segunda cerveza el mesero nos pone otras dos y ante nuestros rostos como dos signotes de interrogación nos responde que es el chavalo de al lado que medio conoce a mi amiga. Le pregunto a ella que qué ondas pero resulta que lo vio una única vez y no sabe más, y que además, cosa sabia, no sabemos qué etiquetas tienen esas cervezas. Yo lo que me preguntaba era ¿por qué el compa asumió que queríamos seguir tomando, que íbamos a seguir tomando? ¿Por qué no pregunto? Yo al menos no quería ua cerveza más y estaba cansada, apenas para irme a dormir. Y cuando el mesero trae las cervezas, el otro podría haber dicho algo, no sé, 'son por cuenta mía', 'brindemos por '... 'x' cosa, qué sé yo! algo, para saber. Aparte yo sí que nunca en mi vida me parecía haberlo visto.
Bueno, para no cansar más con el cuento, decidimos pagar nuestra cuenta, levantarnos e irnos. Me dio un poco de lástima por la cerveza, esa culpa de desperdiciar, pero tengo como política, al igual que mi amiga, no aceptar cervezas de gente desconocida.
Sorprendidas -y yo más por mi completa falta de costumbre ante tales situaciones- de esa sutil arremetida de la masculinidad tradicional esa noche, encontramos la respuesta camino a las respectivas casas .
Y yo que no creía en eso de las feromonas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

demasiada tele para nosotros los hom,bres es lo que puedo decirle. pagan justas por pecadoras. como mae que "ocasionalmente" desarrolla su retorica y explota su estetica en chinchorros, puedo decirle que es cuestion de tacto. hay chicas que expresamente toman actitud de querer ser ligadas, mientras que otras como en su caso, les importa un culo. el fondo del asunto es que el mae no tuvo el tacto necesario para 1. atraer su atencion mediante su atractivo 2. hablarles en tono y de manera cortes, atractiva y sutil y 3. las invitó a tomar, un error muy idiota, por el que todos pasamos.
en sintesis, quiero decirle que el problema no es de uds, es de la tele, no se preocupen, no todos somos asi SIEMPRE