junio 11, 2008

Cayendo bien, cayendo mal

Es un dicho clásico ese de 'nadie es un billete de 5 mil para caerle bien a todo el mundo'. Comprobado, entre vibras, energías y otras cosas, habrá personas que te caigan muy bien, otras no tanto, otras para nada. Así es la vida y la vida en sociedad, entre tanta gente tan diversa y plural.
Pues bueno, me topo con una alguien que considera que una debe llevarse bien con todo el mundo que pase enfrente, y que si no es así eso indica que una no hace ni el menor esfuerzo por agradar y ser agradada, que una no se permite ser simpática.
Yo me quedo pensando y concluyo que ¡a la mierda la hipocresía!, ¿acaso no tenemos el derecho a que alguien no nos agrade -y no agradar de paso- y no hacer ningún intento por disimularlo? Claro, como decía un amigo, siempre y cuando haya respeto, no debería haber problema.
Al menos yo, lo confieso, detesto la hipocresía y sé que no disimulo nada y además se me nota todo. Serán modos de ser... no lo sé, tal vez me resulte más cómodo o sea pura pereza.
El tema es que exijo el derecho a que no me caiga bien todo el mundo y, de paso y casi de rebote, a no caer bien a todo el mundo, y, además, a no ser cuestionada ni juzgada ni acusada ni censurada por ello.

3 comentarios:

Lau Fu dijo...

¡Hola! Muy de acuerdo con vos. Una es como es, y si al resto no le gusta, pues ni modo, la hipocresía es para cobardes. ¡Ya te enlacé a mi blog!

MY dijo...

claro!! eso mismo. sin miedo a lo q soy!!
pura vida ;)

Anónimo dijo...

q razón tienes